Si, ya sé que no es
mí estilo y que, más que no interesarme, lo detesto. Estoy hablando de ese
género periodístico denominado “people” por los pedantes.
Pero… je,je, ¿qué
queréis? Esta historia creo que se sitúa más bien en ese espacio de aurora
boreal que se encuentra justo entre la más sublime horterada y la más navajera gresca
política.
¡Y trantándose,
encima, de una historia de bragueta… ya te digo !
La que es o será
Primera Dama del Estado Francés, Valérie Rotweiller -¡huy perdón! quiero decir
Trierweiler-, ha declarado, así de seria como es ella, que no está dispuesta a
ser un florero del Presidente. Mientras tanto, sigue casada con otro señor
llamado Denis Trierweiler, con el que comparte tres hijos.
Dicen que posee una silueta que no tiene nada que
envidiar a la de Carla. Procede de
Angers, y al nacer se apellidaba Massonneau. 5ª en una familia de 6 hermanos,
el medio social era el de una burguesía humilde de provincias; papá inválido de
guerra y mamá azafata de congresos.
Denis, ese caballero,
además de ser el marido de Rotweiller, -¡vaya otra vez! vale, pues lo dejo así,
ya me habéis entendido- era su colega como periodista de Paris Match, magazine en el que Valérie había
entrado a trabajar después de obtener un DESS de ciencias políticas y, según
las malas lenguas, una recomendación del otro François. El de verdad.
Mitterrand.
Valérie, que es muy
lista, siguió al partido socialista durante más de veinte años haciéndose muy
amiga de los Hollande, cuando la pareja se presentaba como “François &
Ségolène”.
El bueno de François,
por su parte, ha engendrado una hija, en 1988, con Anne Hidalgo, primera
adjunta del alcalde (o alcaldesa) de París, cuando en aquella época su pareja, la de François,
era Ségolène Royal.
Pero… la Segolénè tampoco
se estaba quieta y mantuvo al mismo tiempo un “affaire de cul” con quien acaba
de hacerse cargo del puesto de Primer ministro de la República, Jean-Marc
Ayrault.
Como habréis
observado, la triangulación es uno de las aficiones más frecuentes en el piso
de arriba del PS, Partido Socialista francés.
Y eso no sería más
que un asunto de porteras (con uniforme) si no tuviera consecuencias para el
contribuyente del vecino país. Pero las tiene.
Veamos.
1º. Anne Hidalgo
presiona a Hollande para que se lleve de la alcaldía a M. o Mme. Delanoé a una
cartera ministerial, y colocar su homenajeado trasero en su asiento.
A todo esto,
Rotweiller como un fiera.
2º. Ségolène no quiere
renunciar a su ansiado podio de la Assamblée National, y sus hijos (de ella y
François) insisten a papá en que no puede darle de lado.
A todo esto,
Rotweiller como un fiera.
3º. ¡Ah! Pero resulta
que papá le ha prometido, más o menos, esa silla alta a François Beyrou (mis
fuentes no aclaran nada respecto de un posible “affaire” entre los dos
François)
A todo esto,
Rotweiller como un fiera.
y 4º. Jean-Marc
Ayrault ya es primer ministro; a pesar de que ha sido condenado por la justicia
y de que muchos creyeron ver en él la silueta que tenía en el colimador
Hollande, cuando declaró no querer a su lado a ningún reo de justicia. Si nos
olvidamos, claro está, de DSK, por ejemplo.
No quiero seguir esta
saga-braga con las aventuras de este último chaud
lapin porque en ese caso, esto se haría interminable.
¡Ah! y, a todo esto,
Rotweiller buscando un párroco como si fuera un
sabueso.
En fin mis queridos
parroquianos, como habréis podido constatar no se aburren nada en este bendito
país en el que continúo mon sejour.
Ya sabéis; aunque la
cuota esté en los 500 puntos y Bankia se sujete con la punta de las uñas en el
borde del sumidero…para asuntos del amor…
“Siempre nos quedará
Paris…”
Paris bien vale una misa, dijeron...
ResponderEliminarSalu2 a to2 desde Bulgaria
Joel
¡Salud pareja Salpak!
EliminarPor cierto, a ver si te pones a trabajar un poquito ¿eh Joel?
Se te espera.
Tanto triángulo amoroso me hace pensar si no debiérramos inventar una nueva disciplina, la triconiometría... Ahora lo que no sé es si una señora casada con otro señor puede presentarse en sociedad como primera dama de Francia. De todos modos, la vida íntima de Hollande parece de lo más normal al lado de la de DSK o Dumas, por poner ejemplos conocidos...
ResponderEliminarPues eso no es nada...
EliminarPorque si llega a ser Delanoé, que está casado con un señor, lo de 'primera dama' podia ser la descojonación.
Me hago eco de tu gran artículo en una humilde chorrada mía que puedes leer aquí
ResponderEliminar