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sábado, 27 de noviembre de 2010

Paralelo 38.

La guerra de Corea fue mi primera guerra. Bueno, la verdad es que tenía entre ocho y once años, pero la recuerdo perfectamente. Paralelo 38. Pamunjong. Inchon. El hèroe de Corregidor, el general McArthur, fumigado por el presidente Truman por querer hacer una barbacoa atómica, más allá del río Yalú. Pilotos rusos disfrazados de norcoreanos (¿os acordais del Jarama?) probando sus Mig–15 frente a las brigadas internacionales de la ONU.

Era la primera vez que se oía la expresión “guerra fria”. Pero no debió ser tan fría para los 38.000 combatientes de la ONU, 70.000 surcoreanos, 2 millones de norcoreanos y chinos, y 3 millones de civiles, que cayeron en ella.

Todo empezó con la invasión de Corea de Sur por las tropas de sus primos comunistas del Norte. Claro que solo respondían a una agresión occidental.¡Faltaría más!

¡Qué gran idea para el guión de una película geoestratégica!

Y, ante la imposibilidad de rodar una superproducción, que se preveía catastrófica, optaron por una serie de cortometrajes, cuyos títulos se hicieron legendarios. Ya había habido un pre–estreno, en 1948, para la inacabable serie ”Palestina”, que aun sigue proyectándose, con el Mufti de Jerusalem, aliado de Hitler, como director. Luego se estrenaron, “Indochina”, “Argelia”, “Cuba”, “Viet–Nam”, “Laos” y “Camboya” con la rutilante estrella Pol–Pot.

Cuando los productores intentaron encontrar nuevos escenarios en hispanoamérica, resultó un fracaso. La productora de serie B, The Castro Brothers, no consiguió lanzar a su galán, Che Guevara. Un productor“indy”(independiente) argentino, Galtieri, lo intentó con “Malvinas” y fué un fiasco monumental; mientras, el poco relieve de las co¬–producciones en África ya auguraban el período de declive del género. Ni ”Angola”, ni “Zimbawe”, ni “Uganda”, etc, alcanzaron el éxito de sus predecesoras.

Hay que reconocer que los largometrajes de terror que proponían como alternativa, la URRSS y la China comunistas, nos dieron tanto miedo y durante tanto tiempo, que los que vivimos la experiencia no queremos ni acordarnos. Pero todo es relativo. En aquel momento, cuando todavía había algunas ejércitos que conservaban regimientos de palomas mensajeras, las cosas dependían mucho de lo ricos o pobres que fueran los matones nucleares. De hecho, Reagan no derrotó a la Unión Soviética. Simplemente la arruinó.

Y, de pronto, cuando parecía que el género no daba más de sí, se inaugura la era de los videos caseros. El terrorismo. Ya no es el éxito de taquilla lo que se persigue. En la era de la publicidad, lo que cuenta es la obtención de publi–reportajes gratuitos en las primeras páginas de los periódicos. Con costes de producción tan irrisorios, cualquier muerto de hambre ayudado por la sociedad del bienestar, que le subvenciona su teléfono movil, te puede montar una película. A lo mejor más corta, es cierto, pero al que le pille va jodido. El scoop del World Trade Canter fué un pelotazo, y se ha constituído en paradigma. Se han creado productoras muntinacionales low cost, con capital propio y sucursales por todo el mundo, como la Bin–Laden Entertainment, a las que se les augura un largo recorrido.

También es cierto que sobreviven algunos productores–quinquis en los desguaces de los antiguos estudios.Tenemos, por ejemplo a esa perla nazi de Irán, no solo con la tabarra de su guión nuclear, sino que dirigiendo además la productora de los video–clips de terrorismo anti–israelí, en Oriente Medio. O a ese Pakistán, con una realidad nuclear muy real, dirigido por un servicio secreto, que si no ha montado más que la co¬–producción “Afganistán” hasta ahora, es, únicamente, porque los indús también tienen un garrote atómico (y muchas ganas de atizarle con él). Aunque también algunos empresarios, como el malogrado Hussein, diseñaron producciones muy au dessus de son cul, y no aguantaron el tirón.

¿Y el “nota” este de Corea? ¡Pura “Dinastía” hereditaria! Y eso que, a pesar de la pinta de pinche de cocina de restaurante chino que tiene, hay quien sostiene que es un gran aficionado al cine. Viendo su fotografía no parece probable que le gusten las de risa. Y eso que no tenía más que mirarse él mismo al espejo o al colega de su izquierda, con cara de pollo de Simago, para partirse la panza. Esperemos que todo quede en un trailer de promoción, como hasta ahora, y no acabe incendiándonos la sala.

Y lo grande del caso es que, este forúnculo en el culo del mundo, tampoco está exento de “Avatares”. ¿Qué me contais del “Gran Jeque” beduino de diseño, con su SSLeibestandarte femenino y su jaima portatil?¿ Y del “King–Kong” venezolano con su chándal bolivarero?¿Y de las otras “Dinastías 1” y “Dinastía 2” de Cuba y Siria? ¡Fascinantes!

¡Pero ojo! Ante todo, ¡mucha calma! En nuestra particular sala de cine, el proyeccionista y los acomodador@s nos han salido pacifistas. ¡Como suena! Y eso que seguimos teniendo en antena una serie muy añeja y con boina, titulada: “ETA o El Triunfo de la Voluntad”.

¡Y la peña de titiriteros haciéndoles la ola! ¡Que grandioso espectáculo!

La verdad es que nos quejamos de vicio.

3 comentarios:

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  2. Gran resumen de lo que son los guiones actuales y sus guionistas. Hace años perpetré un ensayito sobre el Reino de los Kim que te hará gracia porque reproduzco algunas líneas de publicaciones oficiales de Corea del Norte que dan idea de la locura de Kim Zong Il y su señor papá...

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  3. Por cierto, la foto que has puesto ahora de Kim Zong Il es impresionante, una mezcla de Torrente y de Homer Simpson... Se parece incluso a mí, en la tripa.

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