Bueno mis queridos amigos, el curso ya ha comenzado. O lo que es lo mismo, las vacaciones no son más que un feliz recuerdo.
Y, de todos los acontecimientos que nos esperaban ansiosos por llenar nuestras almas de zozobra e inquietud, he escogido uno que reune los ingredientes necesarios para aglutinar en una noticia todo lo que de crepuscular, obtuso y descorazonador ha tenido el último período gubernamenteal.
Aunque la amenaza palestina, reiterada a lo largo de los últimos tres meses, sobre una declaración unilateral del Estado palestino en la Asamblea General de la ONU de la que esperaban el placet indispensable, ha acabado en un fiasco con poco relieve informativo - seguramente para no contrariar el famoso adagio de Abba Evan sobre la secular capacidad de los palestinos de “no perder ocasión de perder una ocasión” - nuestra ínclita ministra de Asuntos Exteriores tampoco dejó pasar la oportunidad de obsequiar a la Asamblea con un discurso que ha hecho levantar la ceja circunspecta a algunos comentaristas internacionales.
¿Y a qué se debió esa inesperada y raramente frecuente atención provocada por nuestra “Trini”, que suele tener que pasar dos veces por el mismo sitio para que se enteren de que está presente?
Pues, en mi humilde opinión, a que esos comentaristas desconocen las claves que descifran las marañas de contradicciones que han sido el cimiento fundamental del discurso zapaterista durante sus dos legislaturas.
Después de enarbolar la bandera rojo-verdi-negra, con la kefiah arafática enrrollada alrededor del pescuezo de ZP, en la primera fila de todas las romerias pro-palestinas de Europa, héteme aquí que nuestra “Trini” se descuelga de pronto con frases de la talla de: “España tiene el deber de considerar a Israel como la encarnación del proyecto de la patria del pueblo judío”.
Cuando al camarada Abbas empezó a alargársele la ceniza del cigarrillo que le colgaba de la boca, en un rostro petrificado por la sorpresa, la Jimenez remató la faena con el recuerdo de las numerosas guerras y atentados sufridos por Israel añadiendo sin pestañear que ”la seguridad del Estado Judio es la prioridad de España”.
O sea que, después servir de caja de resonancia a las toneladas de manipulaciones que el servicio de Agit-Prop palestino lleva vertidas en nuestra sociedad. Después de constituirse en el vocero de los pacifistas pro Sadam Hussein. Después de condenar las guerras defensivas del estado de Israel, por “falta de proporcionalidad”. Después de alinearse en la arrogancia moral, típica de todos los antisémitas de izquierdas, con cualquier pacifista de flotilla que trata de matar a palos a quienes intentan de virificar si lo que dicen es cierto, respecto de su carga.
Después de todo eso, resulta que los que lo habíamos presenciado nos habíamos equivocado. Israel y su seguridad están situados en la vanguardia de nuestras prioridades.
Claro que, como el alacrán bíblico, la autoflagelación de su cultura europea y cristiana es una necesidad endocrina de la izquierda, aunque se sostenga el cilicio con una mano y el Dry Martini con la otra.
“La identidad de España no es nada sin su herencia judía y árabe”
Multiculturalismo en estado puro. Ya sabeis; o somos árabes y judios, o no somos nada.
Antes muertos que cristianos.
¿Qué les pasa? ¿Hasta dónde pueden llegar en su estupidez? ¡ Qué alivio ! Dentro de unos días ya no tendremos que seguir preguntándonos cosas como estas. Aunque no hay que fiarse. A lo mejor los que vienen nos siguen martirizando con nuevos jeroglíficos.
Y en gallego, que tampoco es manco.
P.S.
¡Ah! Otra cosita…
LAS COSAS EN SU SITIO.
Acaba de caer en mis manos una nota de mi admirado Pierre-André Taguieff, en la que se puntualiza el sobrevalorado papel de “resistente” del indignado abuelete Stéphane Hessel.
A esta clase de “lideres morales”, la edad y una pretendidamente sólida reputación, cuyas raíces se hunden en un pretérito casi perfecto dado el nivel de mitificación con el que se maquilla la ignorancia de la historia, les permiten gozar actualmente de una circunstancia muy favorable como es la rareza de su estirpe de “heroes” (especie en vías de extinción).
Pues bien, el adorado icono del Movimiento del 11 M participó en la Resistencia Francesa durante la segunda Guerra Mundial desde una modesta oficina de Londres entre Mayo de 1941 hasta finales de Marzo de 1944, y esa decisión, que raros franceses de su época adoptaron, no puede ni debe menospreciarse.
Es a partir de esa fecha cuando entra en la sección R de la BCRA ( Oficina Central de Inteligencia y Acción ) en Londres. A fines de Marzo de 1944 un avión Lysander le deposita en Francia para participar en la misión denominada “Greco” que consiste en reorganizar sobre el terreno francés las diversas redes de radio clandestinas, de cara a la inminente invasión del continente por parte de los Aliados. Su corta participación en la lucha sobre el territorio francés se desarrollará entre principios del mes de Abril de 1944 y el 9 de Julio del mismo año en que es detenido por la Gestapo.
Nadie puede negar la contribución de Stephane Hessel a la causa de la liberación de Europa. Simplemente se trata de situarla en el nivel en el que realmente tuvo lugar.
Un nivel útil, pero secundario.
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