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sábado, 3 de diciembre de 2011

¡Que viene el turco…! (3)

Acabo de enterarme de que la Unesco que, aunque haga todo lo posible para despistar, es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura, ha decidido el pasado 23 de Noviembre elegir por unanimidad a la Siria de Bashir el Assad como miembro del comité de derechos humanos de la institución.

Esta estupenda noticia, confirmada por UN Watch, aun no ha sido divulgada en el portal de Internet de la UNESCO. Ya veremos qué pasa cuando lo sea. De cualquier manera no es tan sorprendente como podria parecer. La organización a acogido recientemente en su maternal seno a paladines de los derechos del hombre tales como, Arabia Saudita; Cuba; Pakistán; Palestina y Rusia. Por otro lado, Siria está ya integrada en su comité ejecutivo junto con Venezuela; Zimbabwe; Bielorusia; China; Vietnam y Argelia.

En su calidad de experta, verificada con el entierro de más de 3500 asesinados en los últimos 8 meses, Siria ha sido invitada por la Organización a participar en la redacción de las recomendaciones que la organización emite para la aplicación de los derechos humanos. En la mente de sus responsables probablemente anide la esperanza de conseguir esa aplicación definitiva mediante la simple desaparición física de los humanos. De ahí la llamada a los más experimentados especialistas en la materia, como el camarada El Assad.

Y para que no nos falte de nada, Navi Pillay, Alto Comisario de la ONU para los Derechos del Hombre ha declarado ayer viernes: “Dado que las autoridades sirias no protegen a sus ciudadanos, la comunidad internacional debe tomar urgentemente medidas eficaces para llevar a cabo dicha protección de la población siria”.

A eso lo llamo yo coherencia y coordinación de funciones, en el seno de una organización cuyo objetivo es, según su acta fundacional : “contribuir al mantenimiento de la paz y de la seguridad, propugnado, mediante la educación, la ciencia y la cultura, la colaboración entre las naciones, con el fin de garantizar el respeto universal de la justicia, la ley, los derechos del hombre y las libertades fundamentales para todos, sin distinción de raza, lengua o religión, que la Carta de las Naciones Unidas reconoce a todos los pueblos”.

Claro que una cierta coherencia si se puede detectar si tenemos en cuanta otro bonito texto. Este forma parte de la Carta de la “moderada” Organización para la Liberación de Palestina, que jamás fue derogada hasta la fecha, y que dice textualmente: ”Solo aquellos judíos cuya familia se haya instalado antes de 1917 serán autorizados a quedarse en Palestina” (artículo6º). Promover la paz en el espíritu de las gentes desembarazándose de más de seis millones de judíos, y dejando instalados en el nuevo estado los millones de árabes que emigraron desde 1917 no parece, en principio, que tenga muchas posibilidades de alcanzar su generoso propósito.

La UNESCO acoge a una organización que pretende contribuir a la promoción de los derechos del hombre, educando a su pueblo sobre la intolerable existencia de una mancha que mancilla aquella tierra, y que son los judíos. Tal como se expresa en el artículo 15 de la mencionada carta palestina: ”La liberación de Palestina tiene por objeto purificar el país de toda presencia sionista”. La UNESCO permite que un miembro recién admitido como la OLP, mantenga en sus estatutos que : ”Los judíos no constituyen un pueblo, ni una nación”(artículo 20)”. Frente a que : “ los palestino poseen una identidad auténtica, esencial e intrínsica”( artículo 4).

En definitiva, que una organización para la cultura, como la UNESCO, ignore que históricamente hablando, nunca existió un pueblo palestino, ni una lengua palestina, ni una religión palestina, elementos de los que se hace mención explícita en su acta fundacional, es muy significativo. Al menos en teoría, de esa organización no podrían formar parte más que los estados. No los partidos políticos o las organizaciones privadas como la OLP.

La esperanza para los que padecemos un síndrome de optimismo de grado tres, es la declarada determinación por parte de nuestro guardaespaldas en la zona, Israel, de no permitirle ni una broma a ese matón de esquina que manda en Irán, ni a su miserable recadero sirio.

Entra dentro de lo posible que las instalaciones nucleares del nuevo Ciro el Grande, acaben súbitamente convertidas en unos rentables aparcamientos subterráneos, y que la sabandija alauita tenga que ir a gozar del producto de su rapiña al paraíso de míster Mugabe.

¡Insha’Allah!

1 comentario:

  1. Comprendo tu indignación y cabreo macabeo, oh querido Tocayo. ¡C'est le monde à l'envers! Después de ver a etarras como Josu Ternera en la la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco recuerdo aquella hermosa canción: ahora que vamos despaciooo (bis) vamos a contar mentiras, tralalá, (3 veces); por el mar, corren las lieeebres, por el monte las sardinas, tralalá ( etc.).

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