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sábado, 27 de noviembre de 2010

Paralelo 38.

La guerra de Corea fue mi primera guerra. Bueno, la verdad es que tenía entre ocho y once años, pero la recuerdo perfectamente. Paralelo 38. Pamunjong. Inchon. El hèroe de Corregidor, el general McArthur, fumigado por el presidente Truman por querer hacer una barbacoa atómica, más allá del río Yalú. Pilotos rusos disfrazados de norcoreanos (¿os acordais del Jarama?) probando sus Mig–15 frente a las brigadas internacionales de la ONU.

Era la primera vez que se oía la expresión “guerra fria”. Pero no debió ser tan fría para los 38.000 combatientes de la ONU, 70.000 surcoreanos, 2 millones de norcoreanos y chinos, y 3 millones de civiles, que cayeron en ella.

Todo empezó con la invasión de Corea de Sur por las tropas de sus primos comunistas del Norte. Claro que solo respondían a una agresión occidental.¡Faltaría más!

¡Qué gran idea para el guión de una película geoestratégica!

Y, ante la imposibilidad de rodar una superproducción, que se preveía catastrófica, optaron por una serie de cortometrajes, cuyos títulos se hicieron legendarios. Ya había habido un pre–estreno, en 1948, para la inacabable serie ”Palestina”, que aun sigue proyectándose, con el Mufti de Jerusalem, aliado de Hitler, como director. Luego se estrenaron, “Indochina”, “Argelia”, “Cuba”, “Viet–Nam”, “Laos” y “Camboya” con la rutilante estrella Pol–Pot.

Cuando los productores intentaron encontrar nuevos escenarios en hispanoamérica, resultó un fracaso. La productora de serie B, The Castro Brothers, no consiguió lanzar a su galán, Che Guevara. Un productor“indy”(independiente) argentino, Galtieri, lo intentó con “Malvinas” y fué un fiasco monumental; mientras, el poco relieve de las co¬–producciones en África ya auguraban el período de declive del género. Ni ”Angola”, ni “Zimbawe”, ni “Uganda”, etc, alcanzaron el éxito de sus predecesoras.

Hay que reconocer que los largometrajes de terror que proponían como alternativa, la URRSS y la China comunistas, nos dieron tanto miedo y durante tanto tiempo, que los que vivimos la experiencia no queremos ni acordarnos. Pero todo es relativo. En aquel momento, cuando todavía había algunas ejércitos que conservaban regimientos de palomas mensajeras, las cosas dependían mucho de lo ricos o pobres que fueran los matones nucleares. De hecho, Reagan no derrotó a la Unión Soviética. Simplemente la arruinó.

Y, de pronto, cuando parecía que el género no daba más de sí, se inaugura la era de los videos caseros. El terrorismo. Ya no es el éxito de taquilla lo que se persigue. En la era de la publicidad, lo que cuenta es la obtención de publi–reportajes gratuitos en las primeras páginas de los periódicos. Con costes de producción tan irrisorios, cualquier muerto de hambre ayudado por la sociedad del bienestar, que le subvenciona su teléfono movil, te puede montar una película. A lo mejor más corta, es cierto, pero al que le pille va jodido. El scoop del World Trade Canter fué un pelotazo, y se ha constituído en paradigma. Se han creado productoras muntinacionales low cost, con capital propio y sucursales por todo el mundo, como la Bin–Laden Entertainment, a las que se les augura un largo recorrido.

También es cierto que sobreviven algunos productores–quinquis en los desguaces de los antiguos estudios.Tenemos, por ejemplo a esa perla nazi de Irán, no solo con la tabarra de su guión nuclear, sino que dirigiendo además la productora de los video–clips de terrorismo anti–israelí, en Oriente Medio. O a ese Pakistán, con una realidad nuclear muy real, dirigido por un servicio secreto, que si no ha montado más que la co¬–producción “Afganistán” hasta ahora, es, únicamente, porque los indús también tienen un garrote atómico (y muchas ganas de atizarle con él). Aunque también algunos empresarios, como el malogrado Hussein, diseñaron producciones muy au dessus de son cul, y no aguantaron el tirón.

¿Y el “nota” este de Corea? ¡Pura “Dinastía” hereditaria! Y eso que, a pesar de la pinta de pinche de cocina de restaurante chino que tiene, hay quien sostiene que es un gran aficionado al cine. Viendo su fotografía no parece probable que le gusten las de risa. Y eso que no tenía más que mirarse él mismo al espejo o al colega de su izquierda, con cara de pollo de Simago, para partirse la panza. Esperemos que todo quede en un trailer de promoción, como hasta ahora, y no acabe incendiándonos la sala.

Y lo grande del caso es que, este forúnculo en el culo del mundo, tampoco está exento de “Avatares”. ¿Qué me contais del “Gran Jeque” beduino de diseño, con su SSLeibestandarte femenino y su jaima portatil?¿ Y del “King–Kong” venezolano con su chándal bolivarero?¿Y de las otras “Dinastías 1” y “Dinastía 2” de Cuba y Siria? ¡Fascinantes!

¡Pero ojo! Ante todo, ¡mucha calma! En nuestra particular sala de cine, el proyeccionista y los acomodador@s nos han salido pacifistas. ¡Como suena! Y eso que seguimos teniendo en antena una serie muy añeja y con boina, titulada: “ETA o El Triunfo de la Voluntad”.

¡Y la peña de titiriteros haciéndoles la ola! ¡Que grandioso espectáculo!

La verdad es que nos quejamos de vicio.

sábado, 20 de noviembre de 2010

¡Sic transit gloria mundi…!

Entre las cosas que señalaba el responsable de las excavaciones de Atapuerca, en una de las primeras entrevistas que concedió, hubo una que me impresionó. Según él, la importancia del extraordinario descubrimiento estribaba, entre otras cosas, en el hecho de que aquellos primitivos ancestros situaban la acción de enterrar a sus muertos como el acto central de su existencia. Este primer gesto de civilización constituye un dato esencial, a la hora de estimar la distancia evolutiva entre aquellos seres y sus abuelos los primates.

Han pasado unos millones de años y los actuales ocupantes de aquellos solares seguimos obsesionados en no descentrar de nuestras vidas tan funerarias tareas. Para nosotros, los muertos o sus tumbas no son los seres que nos han dejado y sus lugares de reposo, con los que nos relacionamos en el recuerdo íntimo y el respeto.

No señor. Son mucho más.

Ha prevalecido en el espíritu carpetovetónico una tendencia malsana y perversa a apoderarse de los despojos de nuestros antecesores para usarlos en nuestras miserables pendencias, ya sea como amuletos (brazo incorrupto de Santa Teresa), ya como banderas de no se sabe que secta ideológica(restos de D. Antonio Machado) o incluso de siniestros tratos comerciales ( algo leí en ese sentido sobre el robo de la cabeza de Goya de su tumba en Burdeos) etc, etc. El hecho es que no paramos de mover huesos de un santuario a otro, entre disputas dignas de un mugriento culebrón de herederos ambiciosos y mal avenidos.

Este aquelarre, en el que nos entretenemos tan a menudo y con tanta delectación, acaba de inaugurar un nuevo(?) capítulo, dentro de esa cinta de Moebius que es la “memoria histórica”. Se trata en esta ocasión de la luminosa idea (subvencionada of course) de dinamitar la “obra de arte” de la Cruz de los Caídos.

Debo confesar aquí, para que no haya malentendidos, que mi memoria y yo mantenemos un confortable acuerdo en el que ella desempeña el papel de un perrito distraído que siempre me viene con una bonita pelota cuando yo le lanzo una vulgar piedra. Lo hemos decidido así de mútuo acuerdo con el fin de mantener a raya al “alemán” (el Alzehimer ese). Y claro, como decía el otro, aquí no hay más memoria que la mía. De modo que de la memoria histórica que me hable quien la tiene, o sea ella, la historia.

En fin, lo cierto es que eso de dinamitar a mí no me suena bien. A lo mejor es porque, en mí condición de asturiano, he oído recitar demasiadas veces “las odas mineras” a no se qué revolución dinamitera, siempre pendiente. O tal vez sea porque ví, asímismo en repetidas ocasiones, la voladura de la monumental esvástica que presidía el estadio de Nüremberg, ejecutada por los aliados en 1945, y algo me dice que aquí se está buscando, una vez más, encajar con calzador una analogía de regímenes . Ya me entiendes…, si las dos se dinamitan algo tendrán en común.

Sobre el apego que yo pueda tener por la “obra de arte” del Valle de los Caídos, no perderé ni un segundo de mi vida en exponerlo, pero si convocasen un concurso de ideas para establecer la lista de realizaciones pétreas que están demandando a voces un tratamiento de choque o derribo, se me ocurren tantas que no creo que quedase dinamita para la famosa Cruz. Cuestión de prioridades. Comme d'habitude...

El caso es que los profetas de siempre han conseguido que la foto de Su Excremencia vuelva a las portadas de los periódicos (ver El País digital). No sé si pensar que les añade alguna dudosa grandeza a su vidas pequeñitas, o simplemente que les gusta. La verdad es que aburren a las ovejas, pero textos como este que menciona dicho diário : “una comisión de expertos del ministerio que dirige Ángeles González-Sinde todavía no ha logrado decidir qué elementos del Valle deben ser eliminados y cuáles amnistiados”, si le quitamos la expresión “del Valle”, me produce escalofríos. Hay retóricas que parecen resistir invariablemente el paso del tiempo.

Como las pestes.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Reirse para no llorar...

De pequeño, cuando comencé a frecuentar a los ciudadanos de mi clase, o sea a los niños, me encantaba dibujar caricaturas de los profes; entre otras cosas porque me proporcionaban un notable prestigio entre la peña. Aún conservo algunos libros de texto atiborrados de ellas en los escasos márgenes blancos de sus páginas.

Sin embargo, cuando la vida me condujo hasta la profesión de pintamonas en los papeles, nunca tuve la tentación de meterme en la nómina especializada de los caricaturistas. Y eso que siempre me fascinaron los rostros de las personas; y que, durante un tiempo, me gané la vida dibujando retratos de los protagonistas del momento.

Viene esto al caso de una reflexión que hace tiempo que me ronda la cabeza, y que trata sobre la naturaleza de los “humoristas” de nuestra historia reciente (la historia reciente de nuestro país empieza, como todos sabeis, con la llamada transición política).

Pues bien, por más que reviso mis archivos, salvo con la excepción del maestro Mingote (maestro por tantas razones), no encuentro ningún caso en el que el autor nos invite a una sonrisa sin hacer escarnio de alguien socialmente notable en base a una deformación de su imagen; ya sea esa escrita, dibujada o imitada de viva voz.

Es como si no fuesen capaces de inventar una historia divertida o ingeniosa protagonizada por la gente corriente. Como si algo en su personalidad les impidiese reírse de sí mismos. Que era lo que hacían los chistes de “antes”. Aquellos a los que mi abuela ramataba, después de troncharse de risa, con un: “ Pero eso eso no puede ser verdad…” Eugenio, su silla y su cigarrillo, constituyeron un singular ejemplo de archivo viviente de esas pequeñas obras del arte de hacer reir, lamentablemente desaparecido.

Esto me lleva a pensar que las nuevas generaciones de graciosos padecen algo así como un “síndrome caníbal” que les impide buscar el alimento de su ingenio fuera de esa dieta especializada.

No hay emisión radiofónica o espacio televisivo o papel impreso que no cuente en su nómina con un “imitador–caricato”, (o un comentarista sarasa, pero eso lo dejo para otro día). Sería seguramente muy interesante que alguno de los injustamente desacreditados psicoanalistas (argentinos lacanianos, o no), fuera rescatado del paro y nos ofreciese algún comentario sobre ese afán vampirista de la personalidad ajena que aqueja a esos profesionales; y, sobre todo, sobre el efecto catártico que estimulan en su público.

Esto último nos conduciría, así mismo, a una reflexión más profunda y general (si seguieramos la lógica de la oferta y la demanda) sobre esa característica ontológica de nuestro pueblo que se emparenta con la depredación. Pero ese es otro problema.

Aquí hay una larga tradición en el deporte del “despelleje”. Es cierto. Pero los innumerables seguidores que Quevedo ha tenido en los senderos de la ironía, la sátira y el remoquete, siempre demostraron, con mayor o menor fortuna, un trabajo del espíritu hecho en base a la aproximación al límite, justo sin rebasarlo. Claro, eso no es fácil; pero en eso consistía la cosa.

También en el territorio de la baja cuna cultural existieron talentos especialmente dotados para la guasa que, aunque nunca pasaron el fielato de la consagración, fueron avalados por esa otra academia de la lengua que es la transmisión oral. Este fenómeno es aún espléndidamente notorio en lugares de gran tradición humorística como es Cádiz.

Finalmente, al parecer también padecemos otros síndromes que limitan nuestra capaciadad para la risa. Son los derivados de ese otro chiste del que nadie se ríe y que se conoce como la “correción política”. ¡Ojito con reirse de los islamistas!¡…O de los gays! ¡…O de las feministas!¡Teneis montones de cristianos, de judíos y de leperos para desahogaros!¡Tengamos la fiesta en paz!

No está facil esto de la risa. No. A lo mejor es otra de las consecuencias de la revolución de las masas.

Y van…

domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Saben aquel que diu…?

Está visto que el preámbulo con el que aquel contador de chistes genial que fue Eugenio nos introducía en su surrealista submundo, está revelándose cada día más adecuado para comenzar cualquier relato de nuestra patética realidad cultural, dado su carácter de serie inacabable.

¿Querrá esto decir que esa realidad es un chiste? En cualquier caso, la historia que os voy a contar maldita la gracia que tiene. Al menos a mí me ha causado una irritación dificil de contener. Aunque tenga que reconocer que no responde más que a más de lo mismo –otra muestra de esa tabarra progresista que no cesa– lo cierto es que el específico ámbito cultural(?) en el que se produjo, no hace más que añadir una nueva parcela al sobrecargado plano del urbanismo de la estupidez.

Bertha es una chica venezolana que reside en Jerusalén desde hace años. Intentando mejorar su nivel de conocimientos para la redacción de textos en español, solicitó inscribirse en el curso correspondiente, ofrecido por una página web que se da a conocer como “Organización Escritores”. Visitando la mencionada página uno se encuentra con la oferta de una serie de actividades relacionada con la edición, la técnica literaria, agentes, asociaciones, becas, bibliotecas etc, etc etc. Todo ello bien ordenado y con una imagen correcta. Pero como suele suceder tercamente en nuestra patria, debajo del barniz hay esto :

Respuesta a la solicitud de Bertha.

“Hola Bertha 

Con relación a tu inscripción en el Curso de Redacción y Estilo Lamentamos no poder tramitar tu solicitud. 
Escritores.org, al igual que otros muchos centros en España y Europa, mantiene un boicot hacía Israel por las políticas de su gobierno. 

Quedamos a tu disposición 

María”

Obsérvese la “maestría” ortográfica y estilística del texto… Bonito ¿Eh? Pero la cosa no queda ahí. Tras la expresión de su triste estrañeza por el rechazo, por parte de la aspirante a alumna del curso de redacción, la tal María remata la jugada asi:

“Bertha 

Los saqueos y crimenes se están produciendo AHORA y contra un pueblo al que su gobierno (¿con su aprobación al parecer?) han despojado de su tierra y de su dignidad como personas encerrándoles en miserables guetos y sometiéndoles a todo tipo de barbaries, sin omitir que incumpliendo TODAS las resoluciones de Naciones Unidas y del derecho internacional. 
Allá usted y su conciencia; en esta ocasión ya nadie podrá decir que no lo sabía. 

Cordiales saludos 

María”

¿Será una táctica más del boycot la utilización de esa ortografía y sintaxis torpes y zarrapastrosas, para evitar cualquier aprovechamiento redaccional por parte de Bertha? ¿O será simplemente una prueba del nivel “profesional” que ofrece la mencionada organización literaria?

Hace años, cuando nuestra torpe ingenuidad nos relacionaba con los círculos homónimos de la progresía actual, y aunque su pétreo sectarismo ideológico era equiparable al de los actuales cachorros del tardo–estalinismo, al menos aquellos poseían un nivel cultural más que aceptable. La pregunta es: ¿están las cosas tan mal que ya ni siquiera necesitan salir del analfabetismo funcional para llevar a cabo su cruzada? ¿o será que en la solicitud de las subvenciones con las que ese dinero, –“que no es de nadie”,en palabras de una insigne ministra– los financian, no se exige como requisito?

La verdad es que estos simpáticos chicos tampoco inventan nada nuevo. Ya sus antecesores nazis habían puesto en marcha un boycot comercial y cultural a la población judía (ver foto). En los años previos a su aniquilación definitiva.

En cualquier caso, actuaciones como la descrita corroboran el dato terrorífico de una reciente encuesta, en la que más del treinta por ciento de nuestros conciudadanos se declaraban explícitamente ANTISEMITAS.

Visto lo cual, el último que se vaya que apague la luz, por favor.

viernes, 5 de noviembre de 2010

No todos los solistas son “castrati”.

Al parecer, todas las “primadonnas” de la Compañía Drámatica Feminista, se encuentran afectadas por una laringitis severa, justo cuando la orquesta iniciaba el aria del sacrificio de Sakineh Mohammadi Ashtini, en el Gran Teatro de la Opera de Teheran.
Ha tenido que ser un único solista, Nicolás Sarkocy –que se ve que no forma parte del numeroso elenco de “castrati” de la escena política–, quien haya roto el vergonzoso silencio de la sala de ópera internacional.

Según ha afirmado Bernard Henry–Levy, en Europa 1 y Radio Motecarlo, el 3 de Noviembre, el presidente francés ha telefoneado personalmente a la “conferencia episcopal islamista” que dirige la dictatadura totalitaria de Irán, para hacerles una seria advertancia. “He hecho saber a las autoridades iranís que consideraba el “affaire Sakineh” como un asunto personal, y que si tocaban un pelo de la condenada – términos literales empleados en la conversación entre presidente y el filósofo–, se interrumpirían ipso–facto todos los diálogos en curso entre los dos países". El mensaje fue recibido directamente y parece que, asi mismo, atendido.

Si no fuera por la atención mediática que este asunto ha suscitado en todo el mundo civilizado, esta no sería más que otra “banal” ejecución que añadir, a la práctica de la barbarie habitual por parte de otro de los respetados miembros de La Alianza de Civilizaciones. Sin embrago, en este caso concreto, se reúnen una serie de circunstancias significativas que permiten llevar a cabo un análisis especialmente clarificador, de la lamentable deriva moral que, día a día, podemos observar en nuestro próximo entorno.

En primer lugar, el hecho de que se trate de una mujer musulmana acusada en un primer momento de adulterio. Y que, como prescriben las humanitarias leyes islámicas, ha sido condenada a ser lapidada públicamente. Después, ante el horror de los biempensantes occidentales –no por la condena a muerte, sino por la “modalidad” de la ejecución–, fué acusada de complicidad en el supuesto asesinato de su conyuge; lo cual permitiría a sus verdugos “atenuar” el método operativo mediante una forma más “civilizada” de muerte, o sea, la de colgarla por el cuello en una grúa. Todo este horror nos conduce a preguntarnos por la respuesta que correspondería dar, en este caso, a quienes estan permanentemente vigilantes a cualquier injusticia de género; como es, por ejemplo, el intolerable agravio de postergar a un segundo término el apellido de las madres, en el registro civil.
Eso, por no hablar del autismo demostrado por los esforzados partidarios de la abolición de la pena de muerte.

En segundo término, nos preguntamos, asi mismo, a qué esperan para decir algo al respecto los firmantes de los contínuos alegatos humanitarios contra los infames tratos a los prisioneros “políticos” de Guantánamo, convictos de la ETA, refugiados palestinos de Gaza, talibanes y otras “perlas”. Con esas proclamas se fustigan y nos fustigan sin piedad, en nuestra condición –en palabras de Susan Sontag– de miembros del “cancer de la civilización” que es Occidente. Seguramente la respuesta que explica ese silencio ensordecedor sea acorde con ciertas posturas morales, como la de un ilustre intelectual izquierdista que declaraba haber encontrado el origen de los campos de extermínio, como Auschwitz, en las “inhumanas” instalaciones de nuestros gallineros industriales.

Asimismo, la delicada labor diplomática de nuestros dirigentes –siempre atentos a no provocar la "legítima y santa ira por ofensas a las respetables convicciones" de todo tirano medieval o cibernético– nos protege de cualquier derrapage que pudiera alterar “nuestro” talante angélicamente pacífico. Condenarán, asi mismo y en la calle si es preciso, toda acción de repulsa hacia hechos como el que comento, que puedieran crear el más mínimo rizo en la serena superficie de su océano de paz infinita.

Una vez más, y esta me recuerda dramáticamente el caso de Miguel Angel Blanco en nuestra insoportable espera de lo peor, permanecemos pasivos ante un acto de barbarie que debería provocarnos una profunda reflexión sobre la naturaleza humana. Y no tanto en cuanto a un posible análisis de la mente perversa de los asesinos, sino al de nuestra propia conciencia.

Mientras nuestros dirigentes admiten que un "turista solidario" reclame una indemnización a la sociedad española por haber "únicamente" pagado un rescate multimillonario a sus secuestradores, las responsabilidades morales derivadas de su pasividad criminal en este caso, son nuestras própias responsabilidades.

Más nos valdría no olvidarlo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Travestismos y otras jubilaciones

Ahora, que no se habla de otra cosa en Europa más que de la dichosa edad del retiro profesional, se anuncia LA JUBILACIÓN, así con mayúsculas, del que fue, para los que tenemos más edad que la obligatoria, el símbolo viviente de nuestra alegre rebeldía juvenil, allá por los lejanos años sesenta.

Se jubila Daniel Cohn Bendit.

Diputado europeo por el partido de “Los Verdes”, acaba de anunciar su renuncia a presentarse a las elecciones del 2014.

¡No se me desmelenen, nostálgicos incurables del adoquín parisino! Se nos jubila sí, pero no se nos va.

¿Cómo se arreglará este hombre para ser siempre la cereza del pastel?¿Para encontrar sempiternamente el nicho de la actualidad en el que mantener, enhiesta como el primer día, la bandera de su insaciable narcisismo? ¿De dónde le vendrá esa capacidad asombrosa para la provocación? Bueno, si pensamos que empezó por ser judío y alemán justo después de la guerra, pues eso…

Su delicada pituitaria debe de haber detectado, desde hace tiempo, el sospechoso olor a naftalina que estaba sustituyendo a la fresca fragancia de lo verde, a medida que este se tornaba melancólicamente amarillento, como es propio en el otoño de las ideologías.

Fino lebrel de la comunicación, –su auténtica pasion– ha declarado su intención de llevar a cabo un nuevo ejercicio de travestismo, reciclándose esta vez, o actualizándose como se dice ahora, en “consultor de futbol” de esa “empresa oxímoron” (gauchiste-capitaliste) llamada Canal Plus France.

En una palabra, decidió cambiar de lado, en la ventanilla de los jubilados, como afirma genialmente Luc Rosenzweig en “Le Causeur”.

Se escapan a mi entendimiento las oscuras concomitancias que pudieran existir entre los exabruptos de los ecologistas de su partido, ante los apocalípticos desmanes del desarrollo, y los alaridos “ostentoreos” de los espectadores ante un penalty injusto. Se pierden entre los umbrosos repliegues de esos misteriosos fenómenos de masas que son los partidos de futbol o los partidos a secas.

Tal vez la hierba –o alguna hierba- podría constituir el eslabón perdido entre ambos hechos socio-culturales.

Hasta aquí la noticia. Y digo yo…¿Qué pasaría si el ejemplo cundiese en un país como el nuestro? Ya sé, ya sé… la hipótesis de la retirada voluntaria de un político aquí, no se le ocurriría ni al que asó la manteca. Pero…¡que no cunda el pánico! Es solo un juego.

¿Qué tal la metamorfosis de Llamazares en ingenioso humorista televisivo?

¿Y Rajoy con airosa capa encintada como líder de púa, en una tuna de bandurrias?

¿No sería genial ver a Pérez(Rubalcaba) tocando las maracas y agitando sus mangas de volantes, como vocalista vacilón de un combo salsero?

Impagable resultaría el reciclaje de la señorita ¬–¡huy perdón!– Aído, en asesor@ artístic@ de una compañía de variedades en “El Molino”.

Nadie mejor que el rector Gabilondo, en su calidad de catedrático de metafísica, para llevar a cabo una profunda mejora en la estética facial de los pollos de Simago.

Por no mencionar el avance sideral que supondría en la calidad del servicio, si Rodriguez(Zapatero) utilizara su natural habilidad para el braceo, como instructor de la banda de sardanas del cuerpo de Marines.

Cuantos disgustos nos ahorraríamos, si el etarra Otegui decidiera, por fin, abandonar su alegre ocupación de animador de verbenas terroristas de fin de semana, para entregarse en cuerpo y alma a la doma de insectos sifonápteros, en un circo de pulgas.

La precisión semántica de un Chaves –el nuestro– demuestra que somos un país de despilfarro. ¡Mira que no haber sabido aprovecharlo como probable líder mundial de ese interesantísimo fenómeno cultural que son las tabarras de los telepredicadores raperos! ¿De veras no lo veis con su gorrilla del revés y los pantalones colgones por debajo de la rabadilla? Incompresible.

En fin amigos, perded toda esperanza. Ninguno de estos probos servidores públicos está por la labor de abandonarnos a nuestros nefandos vicios de libertad individual, que nos conducirían directos al cataclismo. Su inquebrantable generosidad no se lo permite.

Nunca jamás veréis al@ compañer@ Fernández(de la Vega) patroneando una trainera en las regatas de S.Sebastián. Su siempre adusto gesto indica a las claras el inmenso sufrimiento que esa renuncia a su auténtica vocación le produce.

Esta triste realidad patria, me ha provocado de pronto una gran melancolía.

Me voy al botellón de la plaza de Chamberí. Ciao.